Como en un embrujo satánico, pareciera que Septiembre es un mes fatídico para el Movimiento Nacional, un día antes de cumplirse el 63 aniversario del fatídico golpe militar que derrocará al General Perón y comenzará con los peores males de nuestro país, se nos va El Gallego De La Sota, un hombre que dio todas las batallas que el Movimiento Nacional le requirió, un hombre que ya había tenido el honor de ser Senador Nacional por su provincia, Gobernador cordobés como pocos, embajador en Brasil, emblema de la renovación peronista, que signó con sus mejores cuadros el partido Justicialista, en el momento más pleno y sabio de su carrera política, cuando se aprestaba a dar quizás, su última batalla, al propio decir del Gallego, “desenojar a los argentinos”, tomando el legado de nuestro único jefe, El General Perón ,en su retorno a la Patria, José Manuel De La Sota, se disponía a encarnar la tarea de La Unidad De Los Argentinos para la pacificación de la patria
Es indudable, que más allá de cualquier coincidencia o diferencia coyuntural, hoy el Movimiento Peronista todo, está de luto. En un momento donde del país entero, producto de la confusión y la incertidumbre marcha hacia un enfrentamiento interno que hasta pareciera inevitable, en uno de los momentos más difíciles de nuestro país, donde nuestro pueblo se siente oprimido, la injusticia pareciera como pocas veces antes, buscar su institucionalización, cuando es necesaria la experiencia y la reunión de nuestros mejores hombres, el destino nos quita uno de nuestras mentes más claras, El Gallego De La Sota, merece un homenaje del peronismo todo en su conjunto. Quizás la búsqueda de la unidad verdadera, sea el tributo que podríamos entregarle. Para aquellos que pertenecemos a las filas del Movimiento Nacional, es un compromiso ineludible.
El compañero De La Sota partió con un sueño inconcluso, desenojar a los argentinos, y que de esa reconciliación nazca la fundación de una nueva unidad.
Las palabras son insuficientes ante tanto dolor, solo nos queda, continuar su camino, trabajar por la reconciliación nacional y colocar a nuestro querido compañero como motor de esta militancia, José Manuel se nos fue físicamente pero nos dejó una tarea que la providencia le dejó expresar y desplegar, antes de su partida. Tomemos esa misión frustrada por los enemigos de la Patria una y otra vez, tomemos su tesón como carácter colectivo de nuestra construcción, miremos hacia delante sin medir obstáculo alguno, repongámonos a cada derrota sufrida, sacando la experiencia que cada una de ellas nos arroja como él lo hizo, y seguramente alcanzaremos como él, el triunfo que nuestra patria nos reclama. Se ha ido uno de nuestros mejores hombres, aun con el dolor en nuestras entrañas, seguiremos marchando y buscando como él quería, el desenojo de los argentinos, pero no como algo más, sino para devolverle a nuestro pueblo sus conquistas, que seguramente con ellas, retornará la sonrisa popular y ese día, podremos decir que el homenaje a José Manuel De La Sota, ha sido cumplido. Querido Gallego con tu voz amable y tu testimonio militante, siempre presente entre nosotros, te damos este, hasta siempre compañero, que Perón y Evita te reciban en el panteón celestial de los héroes de la patria.
Compañero De La Sota, Hasta cada batalla, hasta cada abrazo, hasta cada marcha peronista cantada con los dientes apretados, hasta la libertad y organización definitiva de nuestro pueblo. José Manuel, descanse en Paz, que no nos detendremos hasta la Reconciliación Nacional por las que muchos de ustedes dejaron su vida.