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Desde hace algunos años hay una grave crisis en la educación privada nosubvencionada. Los datos estadísticos son muy elocuentes, al menos para la Provincia de Buenos Aires:“Si bien durante los años 2018 y 2019 la matrícula en las escuelas públicas bonaerenses creció en aproximadamente 175.000 alumnos, en lo que respecta a la educación privada, durante ese mismo periodo, ésta cayó en más de 35.000. En estos últimos alcanzó niveles inferiores a los de 2015.Los datos se desprenden de la Estadística Educativa Inicial que hace la Dirección General de Cultura y Educación cada año y que fue publicada en las últimas horas en el sitio oficial de la dependencia bonaerense”. Eso tiene una relación directa con los subsidios y los aranceles: “El último diciembre se determinó un incremento para colegios privados del 20 /25% que empezará a regir a partir de marzo. De esta manera, los colegios privados SIN subsidio, llegan a tener aranceles que superan los $ 8.000 (nivel inicial), y más si se trata de instituciones bilingües. En muchas de las que brindan este tipo de educación (jornada completa + bilingue) los valores para un nivel secundario llegan a los $ 29.000 mensuales (una verdadera «locura» si pensamos en la crisis que hace tiempo viene teniendo el país y que no parece estar mejorando). En las instituciones subsidiadas en un 100%, por ejemplo, la cuota de primaria costará $ 1.500 y la de secundaria común $ 1.700. Para los mismos niveles, en los subsidiados en un 70% los aranceles serán de $ 3.550 y 4.200; y en las que el aporte del Estado es del 40%, de $ 7.400 y 8.500[1]. Esto no afecta, por cierto, a los colegios de gestión privada cuyo “target” es el de sectores con un alto poder adquisitivo. Y como corrobora la nota mencionada, tampoco afecta tanto a los colegios subvencionados.Menos aún a las “multinacionales de la educación privada globalista” que, durante el gobierno anterior, obtuvieron injustos privilegios debido a su relación con la burocracia internacional (ONU-UNESCO) o con los grandes capitales que financian a la “progresía mundialista” mediante entidades supuestamente filantrópicas (Gem Education, Fundación Varkey, Global Education &Skills Forum, Global Teacher Prize, The Duke of Edimburgh¨s International Award, etc).

Algunos colegios vinculados a estos grupos se han establecido en nuestra Provincia y las críticas que recibieron por dichas relaciones “transnacionales” los han obligado a quitar los logos respectivos (por ej, el de la Fundación Varkey) de sus páginas web institucionales. Pero eso no implica que se hayan desvinculado. De todos modos, el estatismo educativo es la causa principal del problema, porque es el Estado el que tiene el cuasi-monopolio de la educación (sobre todo de los niveles primario y secundario), el que otorga arbitrariamente las subvenciones, el que fija (en ocasiones de modo “prescriptivo”, no sólo los diseños sino también los contenidos curriculares), el que otorga los títulos habilitantes, el que decide dar privilegios, etc. Pero ni los gobiernos (del signo que sean) ni los sindicatos docentes están dispuestos a cambiar nada de fondo. Sea por evitar el “costo político” de iniciar un cambio de sistema (al menos hacia uno realmente “mixto” privado- estatal), sea por conservar el “control ideológico de la población” o sea por simple indiferencia ante el asunto, lo cierto es que tenemos un marco político, jurídico, económico y culturalque viola los derechos a la libertad de enseñanza, la patria potestad de los padres, la igualdad ante la ley y otros principios reconocidos por nuestra Constitución Nacional como por varios Tratados Internacionales de Derechos Humanos. Pocos están dispuestos a reconocerlo y a garantizar de modo pleno esos derechos, permitiendo una mayor flexibilización fiscal, laboral, curricular y organizacional e incluso admitiendo realidades emergentes como el “homeschooling” o soluciones más eficientes que no desatiendan el rol subsidiario del Estado en la educación pero que sean más respetuosas de la iniciativa privada (por caso, subvencionar más la demanda y no tanto la oferta educativa a través del sistema de “vouchers” escolares)[2].

El debate que respecto a la educación hay entre macristas y kirchneristas es, en este sentido, absolutamente superficial. A pocos les importa en serio la verdadera libertad de enseñanza, la calidad académica, la formación en virtudes, el acompañamiento profesional respecto de alumnos con problemas de aprendizaje y un largo etcétera. No interesa tanto lo que dicen en estas materias sino lo que hacen. En política, las buenas intenciones tienen poca relevancia.  Y para colmo tenemos ciudadanos que no entienden que la educación es una de las trincheras más importantes de la “guerra cultural” en defensa del sentido comúnfrente a la dictadura del relativismo, la ideología de género, el “setentismo” como política de estado, el laicismo y el marxismo cultural. O están los que sí quieren enfrentar la guerra cultural pero usando el esquema de la educación formal positivista, aunque eso sí, “con valores”, sin advertir el contrasentido quetal mezcla implica.El progresismo de izquierda o de derecha viene desarrollando de modo sistemático esta “guerra cultural” en la Argentina desde 1983 (basta pensar en el poder que adquirieron en los ámbitos educativos instituciones de la izquierda “bien pensante” como FLACSO o editoriales socialdemócratas como SANTILLANA), con los pésimos resultados académicos y morales que tenemos a la vista.Dígase lo mismo de las falsas opciones Escuela Tradicional (en rigor, enciclopédica e iluminista) vs Escuela Nueva o Conductismo vs Constructivismo, mientras subsiste un desprecio supino por las humanidades clásicas y la verdadera pedagogía tradicional (la de Sócrates, Platón, Aristóteles, Cicerón, Agustín de Hipona, las escuelas palatinas, Tomás de Aquino, las Universidades de los siglos XII y XIII, los Colegios Mayores, la distinción entre el Trivium y el Quadrivium, la metodología fundada en la lectio, la quaestio y la disputatio, etc). Basta con preguntar a los docentes que dijeron al respecto personalidades tan distintas y distantes como Umberto Eco, López Quintás, Christopher Dawson, J.R.R. Tolkien, Jorge Luis Borges, Leopoldo Marechal, Leonardo Castellani o Gabriel García Márquez, entre muchos otros. Mientras que en los EE.UU desde los años 50 se viene desarrollando una contrarrevolución cultural conservadora de alto vuelo (con intelectuales, escritores, entidades educativas, publicaciones, políticos y demás, y sin complejo de inferioridad para revalorizar el griego, el latín y a los clásicos)[3], aquí seguimos insistiendo en modelos altamente ideologizados, traídos de otros países, en los cuales han sido un rotundo fracaso[4]. Los gobiernos que tenemos tienen una de sus causas en esta indiferencia por una sana educaciónque, sin las indebidas presiones estatales ni los injustos privilegios otorgados, podría ser mucho menos costosa económicamente, llegando a más familias y evitando las crisis económico-financieras de tantos establecimientos educativos. Pero requiere una mayor toma de conciencia, más confianza en la oferta educativa de la llamada sociedad civil y una clase dirigente preocupada por el bien común y no por sus mezquinos intereses o por cuestiones ridículas como el “lenguaje inclusivo”

Fernando Romero Moreno

Abogado (UNR)- Profesor Superior Universitario (UCA)

30 años de experiencia en docencia, dirección de centros de enseñanza (primaria, secundaria y universitaria) y proyectos sobre políticas públicas educativas.

 

[1]https://www.colegiosenbuenosaires.com/abrupta-caida-en-matriculas-de-colegios-privados-para-el-ciclo-2020/?fbclid=IwAR3eFw0pX_8D0FZsiqMQ0SogJJacQfDA9Ybb1FgoOguWKKjKoRmUJu9wk38

[2]https://web.archive.org/web/20170314233442/http://www.chequeescolar.org/

[3]https://prensarepublicana.com/reflexiones-el-conservadorismo-anglosajon-por-fernando-romero-moreno/

[4]Vale la pena leer al respecto: https://www.cs.upc.edu/~conrado/docencia/panfleto-antipedagogico.pdf (salvo la crítica a la educación religiosa en establecimientos estatales); https://elpais.com/elpais/2018/07/17/eps/1531826084_917865.html; o, en un registro distinto:http://gzanotti.blogspot.com/2008/02/el-dram-de-la-educacin-formal.html. Son tres perspectivas diferentes (de hecho no coincido en un todo con cada una) pero que ayudan a pensar desde paradigmas distintos al hegemónico.

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