Su voz era inconfundible y fácil de identificar, y acuñaba una frase con la que comenzaba cada transmisión: “Augurios de una tarde feliz”.
Zavatarelli, que nunca ocultó sus simpatías por Racing, fue uno de los periodistas que cubrió la final en la que la “Academia” venció 1-0 al Celtic de Escocia, en Montevideo, el 4 de noviembre de 1967, la primera Copa Intercontinental para Argentina, hace 50 años.
El fallecido periodista, retirado de los medios, estaba orgulloso de haberse dedicado en los últimos años a la formación de los jóvenes, ejerciendo la docencia en varias universidades y centros de estudios terciarios como el Instituto 20 de Junio de San Isidro.
Zavatarelli, nacido el 6 de noviembre de 1937, era socio vitalicio del Círculo de Periodistas Deportivos y formó parte del Tribunal de Honor de esa institución.
También había iniciado tres carreras universitarias sin finalizar ninguna y tenía el título de director técnico.
“Lo poco que soy hoy, lo soy en razón de todo lo que he aprendido. Y he aprendido medicina, abogacía y sociología, porque en esas carreras tengo materias aprobadas. No me recibí porque nunca tuve hambre, la verdad es esa”, había declarado acerca de su formación.
Su trayectoria más prolongada fue en la Oral Deportiva de Radio Rivadavia, junto a su director José María Muñoz y junto a periodistas de la talla de Julio César Calvo, Osvaldo Caffarelli, Horacio Garcia Blanco, Enrique Macaya Márquez, Enzo Ardigó, Enrique Sacco, Roberto Reina, Marcelo Baffa y Juan Carlos Morales, entre otros.
Su padre, Aldo Zavatarelli, había trabajado, en la década del ’40, junto a Edmundo Campagnale, fundador de la tira que se emite por Radio Rivadavia.
Zavatarelli formó parte de La Oral Deportiva durante años. Cubrió campeonatos Sudamericanos, Panamericanos y Mundiales de fútbol, hockey, patín carrera y básquetbol, y Juegos Olímpicos.
En una oportunidad, una tarde lluviosa de verano, en una transmisión, el relator Muñoz le preguntó: “¿quién es ese de piloto que está dentro de la cancha?”. Zavatarelli contó que “yo no le podía decir, porque era un productor de televisión. En aquel momento recién se televisaban los partidos y él creía que nos iba a sacar audiencia”
“Entonces yo contestaba con evasivas, lo mismo que me decía él. Era gracioso. Después la revista El Gráfico, en una página de humor, que se llamaba “Jugo del fútbol”, refirió parte del diálogo y al final ponía como que yo le decía “soy yo, Muñoz”.
También escribió dos libros “¿In Corpore Sano?” y “Deporte y poder. Vínculos y consecuencias” y fue disertante y panelista en simposios y congresos de deporte.
Respecto a su costumbre de usar moñito, Zavatarelli señaló en una oportunidad: “Yo lo uso desde el secundario. Un día casi renuncié a un canal porque me dijeron que me pusiera corbata. Ojo, no es ningún fundamentalismo tonto, pero soy así desde que era así de chiquitito. ¿Cómo lo ves? La vida es un poco así, ¿no?”. Todo un símbolo.