Calma, tranquilidad, alivio, expectativas: el presupuesto se aprobará, el acuerdo con el FMI se hará, los bonos están bien, el riesgo país va bien. Entre títulos y notas políticas y económicas, Clarín y La Nación llegan al domingo 23.9 tratando de imponer una alta dosis de optimismo. Infobae reinstala la ilusión de la reelección de Macri.
En este cuadro, la inflación descontrolada, el hambre y la pobreza, el aumento de la desocupación, aparecen en espacios laterales y pequeños. Porque además las fotocopias y Bonadío siguen dando letra para operar contra Cristina Fernández de Kirchner.
Después del muy anticipado enésimo procesamiento de la ex Presidenta, que motivó títulos catástrofe durante dos días, las notas políticas de Morales Solá, Kirschbaum y el amplio batallón de segundones oscilan entre la opción de Cristina libre y candidata o Cristina presa y candidata.
Morales Solá es el que le pone más presión al peronismo “racional”, “dialoguista”. Pregunta: “¿soportará mucho más tiempo la presión social? ¿Aceptará cargar con el peso?”
Pero a partir del jueves llegó la ola optimista: la economía cae 4,2 por ciento “pero los mercados se recuperan”, tituló Clarín. “Alivio en los mercados”, igualó La Nación.
Ese día, el jefe de redacción de Clarín, Kirschbaum, tecleó sobre el “respiro”. Y aunque hay problemitas, como el dólar de 2019 calculado por el gobierno al valor de este año, el acuerdo con el FMI y el apoyo de Trump traen “alivio”. Y Pagni, en La Nación, también pregunta si Pichetto pagará el precio de sostener los fueros de Cristina, para concluir así: “Si para llegar al poder los peronistas necesitan a su antigua jefa presa, la señora de Kirchner no tiene su protección asegurada”.
Más PUM para arriba: Bonelli el viernes, en Clarín, habla de un sistema de flotación disimulado, un control cambiario en definitiva, dentro de una “megaoperación para salvar a la Argentina por 70 mil millones”. ¿Está claro? El FMI salva a la Argentina. Y al final, habla de un plan en estudio en el macrismo para “encapsular” la causa fotocopias: 1) proteger a las empresas (nuevos accionistas para reemplazar a los empresarios enviados al muere, con el embajador de EEUU pidiendo a los suyos que “inviertan”); 2) inhabilitación de políticos acusados por Bonadío. En criollo: proscribir a Cristina, a lo que, dice, se oponen Peña y Durán Barba, por la teoría de que es la adversaria que le conviene a Macri.
¡Las empresas argentinas se revalorizan!, festeja La Nación el viernes. Macri parte a EEUU con “fuerte descenso del dólar y del riesgo país”, festeja Clarín el sábado. ¡Baja el dólar y vuelven fondos!, festeja Perfil el sábado. Macri va a EEUU “aliviado por las señales positivas de los mercados”, festeja Dapelo, en La Nación, el sábado. Macri recupera “expectativas por la reelección”, festeja Infobae el domingo. Macri espera que el FMI agregue 20 mil millones, festejo Clarín el domingo (y como todo va bien, un tercio de la tapa a la fiesta de los campeones del asado). La Corte limitará daños al gobierno por fallos sobre jubilaciones, festeja La Nación el domingo (y como todo va bien, una buena foto de la fiesta de los campeones del asado). El FMI blinda el fin de año de Macri, festeja Perfil el domingo.
Es que esta fue para el macrismo “de las mejores semanas en mucho tiempo”, escribió Fioriti en Clarín, el domingo, a saber: lo del presupuesto está bien, el dólar está bien, lo del FMI está bien, el viaje a EEUU de Macri viene bien, los bonos van bien, las grandes empresas que cotizan afuera van bien, el riesgo país va bien. Todo esto más las “invalorables noticias” de Comodoro Py. Pero claro, todo no se puede: Vidal cae en las encuestas y la “recuperación económica” tardará un poco.
El presupuesto “saldría con una alta abstención”, se lamenta Kirschbaum, mientras el gobierno debe “cabalgar” por “las consecuencias económicas y sociales del ajuste”. Lo del Congreso tiene sus dificultades por la “fragmentación” del “peronismo del medio”, que carece de un liderazgo nítido que ponga a todos en fila. Pero este peronismo quiere dirimir la pelea con Macri en las urnas, no como el kirchnerismo. Por eso, habrá presupuesto.
Y ahí volvemos a las esperanzas oligárquicas para 2019: “Cristina podría ser candidata aún presa”, anuncia Morales Solá. Y otra vez la cantinela: el peronismo se pregunta por el “precio electoral” de defender los fueros. Eso les será cada vez más difícil, repite.
En este maremágnum de euforia macrista, quedan unos matices: lo difícil que la tiene Vidal en el conurbano, como menciona Liotti en La Nación el domingo: ella hace todo lo que puede pero hay mucho narco en el Conurbano que paga más que la AUH, dice.
Y un tenebroso “paper” de Pagni en La Nación del jueves: habla de una segunda etapa del fotocopiazo como una suerte de fusil enloquecido, que disparará en todas las direcciones, así que todo el mundo en fila: menciona como eventuales “salpicados” al empresario de medios Hadad, al macrista Santiago Altieri -de IECSA-, a Angelici, a Javier Fernández -“mano derecha judicial” de Stiuso-, y al secretario penal de la suprema Elena Highton, flamante partícipe de la consagración del abogado de Magnetto, Rosenkrantz, como presidente de la Corte. Parece el preanuncio de una guerra de todos contra todos, que dejará infinidad de víctimas, mientras alguien sin rostro mira y se frota las manos.