En Remedios de Escalada, San Miguel comenzó con empate su vuelta a la Primera Nacional. El Trueno Verde no transitaba la categoría desde 2001. La ausencia de goles fue el reflejo de las escasas ocasiones de gol generadas en el sur.
Gustavo Coleoni imaginó un equipo ordenado, que peleé cada metro en la cancha. Tres centrales y dos laterales volantes llevaban a una línea defensiva de cinco para cuidar los avances locales, teniendo los mediocampistas también obligaciones para cortar. No obstante, la visita perdió por pasajes el medio, algo que le impidió al Verde manejar los tiempos del partido en el primer tiempo. En el complemento, fue otro el cantar.
La etapa inicial se jugó tomando pocos riesgos. Talleres dispuso del dominio de la pelota, pero sin gestar peligro. Salvo con alguna búsqueda de afuera, el Rojo cayó en repetidos centros bien resueltos por Dixon Rentería, y compañía. San Miguel buscó con pelota parada, llegando con relativo éxito a través de cabezazos sin dirección.
Para la parte final, Matías Rojas se asentó en el círculo central, algo que permitió a Nahuel Luján soltarse para hacer circular el balón. El creativo fue de lo mejor para los de Los Polvorines. Por su parte, los de Escalada cedieron algo de terreno.
El momento de mayor dramatismo cerca del área de Joaquín Pucheta fue promediando el segundo tiempo, cuando el local aprovechó huecos en la defensa del Verde. Dos disparos cerca de los palos dejaron sin respiración a los visitantes por unos instantes.
Arriba, Brian Risso Patrón se mostró desconectado. El ingreso de Martín Batallini aportó escasamente, ya que estuvo apenas un puñado de minutos en cancha. Claramente, tal cual sucedió en la pretemporada, el déficit a trabajar está de tres cuartos para adelante. Atrás, parecen estar incorporadas las ideas del entrenador, y hay variantes en el plantel.
Para San Miguel termina siendo un reparto de puntos que suma en este inicio de campeonato. Con el correr del torneo deberán asentarse los futbolistas para pensar en los duros rivales que se vienen.