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Los especialistas de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresaron su preocupación ante el aumento del sobrepeso y la obesidad en los niños en nuestro país y enfatizaron sobre la necesidad de generar intervenciones desde el mismo nacimiento para poder combatir ambos fenómenos.

Foto: Periódico El Mexicano
Foto: Periódico El Mexicano

Por Dr. Daniel Cassola

La advertencia apunta tanto en el aspecto nutricional como en el de la actividad física, sobre todo por tratarse de una condición crónica que actúa como factor de riesgo para el desarrollo de muchas otras enfermedades.

“Debemos tener en cuenta que la Argentina tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de 5 años de Latinoamérica y el Caribe, con un 9,9 por ciento según el Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional elaborado recientemente por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, manifestó Stella Maris Gil, médica pediatra, presidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Además, en adolescentes de 13 a 15 años el sobrepeso aumentó un 17 por ciento en cinco años, al pasar del 25% (2007) al 29% (2012) según cifras oficiales, coincidiendo con las de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que refieren que prácticamente se ha triplicado el nivel mundial de sobrepeso desde 1975 hasta nuestros días. Destacó también que “todos los niños tienen derecho a una alimentación saludable para prevenir el creciente sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes en nuestro país”.

El exceso de peso en los niños no sólo compromete su estado de salud actual, sino también el futuro, ya que en la edad adulta el sobrepeso incrementa el riesgo de padecer afecciones coronarias, ataque cerebrovascular (ACV), aterosclerosis e hipertensión arterial. Contribuye al desarrollo de trastornos en los lípidos, como aumento de colesterol ‘malo’ (LDL), disminución del ‘bueno’ (HDL) e incremento de los triglicéridos; acrecienta la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2, desequilibrios hormonales que en la mujer pueden afectar la fertilidad, trastornos como osteoartritis, y el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como por ejemplo de endometrio, mama, colon, hígado y riñones, entre otros. Pero además, aumenta la mortalidad por todas las causas y disminuye la calidad de vida.

Norma Piazza, médica pediatra especialista en Nutrición y Secretaria del Comité de Nutrición de la SAP, afirmó que “el adulto que fue obeso desde la infancia tiene aumentado el riesgo cardiovascular y metabólico y mayor riesgo de muerte prematura. Además, los niños que crecen con discriminación social tienen peor calidad de vida”.

Por todo esto, desde la Sociedad Argentina de Pediatría instaron a combatir el sobrepeso y la obesidad promoviendo inicialmente un control adecuado de peso en la embarazada y luego la generación de hábitos saludables desde la primera infancia. Los patrones de nutrición y ejercicio de una madre durante el embarazo influyen en la salud a largo plazo del bebé al darle forma a su metabolismo. Está demostrado que la malnutrición materna, por déficit o exceso, produce cambios en los órganos y metabolismo del bebé, que pueden predisponerlo a padecer obesidad, diabetes e hipertensión en la vida adulta.

Entre los principales ‘culpables’ de la verdadera epidemia de sobrepeso y obesidad infantil que afecta a Latinoamérica, los especialistas destacan el consumo de alimentos ultra procesados -con cantidades elevadas de sodio, azúcares y grasas añadidos en la fabricación, como pueden ser los snacks y las bebidas azucaradas-; de hecho, Argentina se encuentra entre los mayores países consumidores de gaseosas con azúcar.

Las experiencias tempranas del niño con la comida, y en especial las prácticas alimentarias de los padres tienen fundamental importancia en los hábitos de nutrición. A partir de los 9 meses se comienza con la imitación, tanteo y repetición. Los niños miran a sus cuidadores, figuras de apego, y van incorporando y tomando hábitos de ellos y los van enriqueciendo con lo propio. “Por eso, el buen comer implica ofrecer lo mejor que se tenga al alcance, raciones adecuadas, variedad de sabores y colores y un encuentro afectivo”, consignaron desde la SAP.

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