Cuantas veces escuchamos la palabra "estrés" en el día a día. Sin embargo, muchas personas insinúan estar estresados sin reconocer realmente los síntomas del estrés y tranquilamente pueden estar atravesando una situación de ansiedad u otra cosa.
Siendo algo natural, el estrés se presenta en nuestra vida como un conjunto de reacciones de nuestro cuerpo que nos prepara para realizar una acción. Podemos denominarlo una alarma de nuestro propio organismo, para la supervivencia.
Sin embargo, todo en exceso es malo para el organismo, el estrés se presentará como una tensión mental en nuestro cuerpo, un estado de preocupación lo que nos llevará a estar incomodos/as y tomar medidas sobre esto, accionar. En caso de no hacerlo y que el estrés continué avanzando, podremos comenzar a tener síntomas físicos, como dolores de cabeza, falta de energía o cansancio, rigidez en nuestro cuello, crasitud en la piel, problemas en el sueño, en la alimentación etc. Si tomamos medidas una vez que reconocemos estar atravesando una situación estresante, podremos lograr evitar que este se transforme en un estrés crónico y así afectarnos con mayor gravedad en lo físico.
Como profesional de la prevención, siempre recomendamos informarse al respecto por fuentes confiables, en caso de no tenerlas acudir a un profesional de la prevención y salud mental para que se tome acción sobre el asunto para poder identificar de que se trata. Muchas veces la presión laboral que frecuenta nuestro día a día genera un estrés laboral en nosotros/as, lo que generalmente es ocasionado por un desequilibrio en las exigencias laborales (también propias) y las herramientas o capacidad que disponemos para esta labor, produciendo así:
menor productividad, falta de concentración, menor calidad en nuestro desempeño, dolor de cabeza y de la vista etc.
Podemos prevenirlo llevando a cabo una rutina, ejercicios tanto físicos como de relajación, tomando conciencia de nuestras posibilidades y capacidades dentro de una exigencia, son algunas de las acciones que pueden ser útiles para prevenir esto. Cuando observamos que aun así implementando dichas herramientas no podemos resolver o modificar nuestra situación, debemos buscar ayuda en un profesional para poder atravesar de la manera más sana esto que nos genera estrés en nuestra vida.
Este no es el único sector que en nuestra vida se puede generar estrés, sino también en las relaciones, las exigencias personales, diferentes actividades que estemos realizando en nuestra rutina diaria pueden llevarnos a esto. Lo importante, es poder identificarlo en sus comienzos, para comenzar a accionar sobre el mismo y poder abordarlo de la mejor manera, sin olvidarnos que, ante todas las cosas, somos seres humanos, podemos saber o no sobre el tema y no lograr identificarlo.
La importancia de sentirse y conocerse en estos casos nos daría una ventaja sobre este tipo de situaciones.
Por Román Díaz