Al borde de las lágrimas, la Reina de Holanda dijo que su hermana Inés “no podría curarse”. “Ha encontrado la paz”, indicó.
La Reina Máxima de Holanda habló por primera vez sobre la muerte de su hermana menor: “Mi querida y pequeña hermana Inés estaba enferma; no podía encontrar la felicidad, no conseguía sentirse mejor y no podría curarse“, señaló ante la prensa al retomar su agenda oficial luego de dos semanas de luto.
Luego de visitar un centro médico en Groningen, Máxima Zorreguieta rindió este martes un emotivo homenaje a su joven hermana, que sufría depresión y fue hallada muerta hace diez días en su vivienda de Buenos Aires, probablemente debido a un suicidio. “Nuestro único alivio es que ella está, al fin, en paz“, indicó.
En una inusual y personal intervención pública, y al borde de las lágrimas, la reina agradeció a quienes le enviaron cartas y mensaje de apoyo tras la muerte de Inés, de 33 años de edad. Además, agradeció “el respeto” de la gente hacia la familia real “en estos momentos tan duros”.
Máxima viajó hace dos semanas a la Argentina para asistir, junto con su familia, al funeral de su hermana. La monarca estuvo acompañada por su marido, el rey Guillermo Alejandro, y las tres hijas del matrimonio.
La reina Máxima mantenía una estrecha relación con su hermana, trece años más joven que ella. Es que la soberana consorte nunca dejó de seguir de cerca los problemas de depresión y los trastornos alimenticios que sufría la joven, la eligió como madrina de su hija Ariadna y hasta intentó convencerla de que se mudara a Holanda.
Nacida en 1984, hija de Jorge Zorreguieta y María del Carmen Cerruti Carricart, la mujer se licenció en Psicología, desempeñó funciones en Panamá para la Organización de la Naciones Unidas (ONU) y luego recaló en el Ministerio de Desarrollo Social.