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Una tradición que cumplió 50 años, mis amigos de Liceo.
Los amigos que se juntan para revivir historias que los une desde hace 50 años, esto comenzó en el Colegio Secundario, Liceo militar general San Martín. Aquí, a San Miguel vienen de distintos lugares todos los meses como un ritual a sellar esa amistad de la clase 1970.
Ellos ingresaron ese año, en 1970, el recuerdo hoy es que allí había todo tipo de personaje, estaban todos, eran chicos de doce años que salieron de sus casas, el calor de hogar. Abandonar la comida, la cama caliente. No todos terminaron el ciclo, algunos desistieron, cada uno con una historia personal, familias, otras profesiones etc. Contaremos lo importante para ellos, y es el inicio de la aventura que termina siendo una bendición de la vida. Fue generoso de parte de ellos permitirme en sobremesa conocer un montón de experiencias que vamos a contar en pocas palabras.
El liceo los marco a fuego, la camaradería entre todos estos pibes que iban a aprender muchas cosas que en casa quizás no estaban. Fui testigo de un trato de amistad entrañable, donde las anécdotas refrescan los momentos vividos. Había códigos internos, y de eso no se olvidan. Dice Alejandro Porfiri, (empresario), no podías ser ni “ladrón de dinero, ni Carnero”, dos términos muy de varones, de pibe que juntos transitaban una experiencia única en una escuela que los preparaba para definir un horizonte, una profesión etc.
En la mesa hablaban todos juntos recordando distinta historias de unos y otros, las cargadas estaban al día. Manuel Mougan miraba con entusiasmo cada morisqueta de alguno. Nuevamente surgen los recuerdos, en esta caso de Ricardo Ríos, periodista, comentaba distintos momentos que tuvo que pasar que en su profesión, muy duros, muy políticos. Vuelven las risas del flaco Eduardo Della Crocce, que con rápida picardía saco tarjeta de agente inmobiliario, en su relato ya delata un tipo muy gracioso y con memoria. Exageraciones y por supuesto el recuerdo de muchos compañeros. No tenían todos el mismo origen, pero el Dr.Héctor Mercau, acoto con vos de locutor salido del ISER que,” a las seis de la mañana, todos formados con el uniforme puesto éramos todos iguales. Luego intervino Gustavo Benvenuto, economista, apasionado por el golf y el buen vino, es más pudieron disfrutar vinos de su propia Bodega. Me entusiasme con una botella, espero que sea en la próxima. Dijo que iban a dormir con “las medias estiradas arriba de los zapatos”, además recordaron al profe “Pepe” Grillo, duro pero un genio. El Ingeniero Agrónomo Eduardo Mouratian, “El negro Moura” para ellos recordó que a ellos les enseñaban pibes con cero pedagogía.
Siempre es una experiencia agradable, son amigos, compañeros, colegas y de todo un poco. En las buenas y en las malas, se aceptan como son, se conocen, son amigos íntimos, no hay caretas, errores, aciertos, virtudes, defectos etc. Disfrutan de ser una gran familia. El anfitrión Manuel Caride, tuvo la amabilidad de invitarme a beber una copa de vino, quien dice que hizo el asado, recordaba al compañero caído en el conflicto del Atlántico Sur, al oficial primer Teniente Jorge Raúl Ibáñez, para ellos “Pituso”, caído en combate. No pudo estar otro de los compinches el Dr. Leónidas Moldes, ex Juez, que estaba descansando en unas merecidas vacaciones.
Para cerrar el encuentro que mes a mes disfrutan todos, la conclusión es que ese lugar es de ellos, cada encuentro es una fiesta. Nunca son los mismos, cada reunión algún tropiezo, leve o duro aparece pero siempre están. Vivieron como hermanos, forman una comunidad única. Un espacio personal para disfrutar con amigos, de esos amigos que los llamas y sabes que están. En vos alta y con alegría dicen que cumplieron 50 años del Secundario, Liceo General san Martín y sienten orgullo de ser de la clase 1970.
Periodista Gustavo Estigarribia, “Alcahuete” del Mosad.
